martes, 22 de noviembre de 2011

¡¡LOS INDIGNADOS!!... ¿Quiénes son?




¡¡LOS INDIGNADOS!!... ¿Quiénes son?

¿Es el movimiento de los indignados que recorre al mundo un fenómeno de las masas cansadas del abuso capitalista? ¿Acaso desde Wall Street a las calles de Madrid se escucha un grito desenfrenado que nos anuncia un cambio de era social, donde no habrá potencias hegemónicas como la norteamericana? El problema, es que algo de eso es verdad, pero mucho no lo es. La mayoría sigue utilizando las herramientas de la ciencia política que teníamos en el siglo XX para explicar fenómenos nuevos, para los que necesitamos nuevas categorías de análisis.

El movimiento de los indignados, e incluso el estudiantil, es el grito de aquellos que, satisfechos en lo básico (comer, techo, abrigo), hoy salen a las calles para pedir la igualdad que las elites siempre han negado. Esta no es la movilización de las clases proletarias exigiendo el derecho a la silla o el fin del trabajo infantil. Es ahí donde radica la discusión y que la elite global no quiere entender por temor a perder el control. En realidad, saben que existen cuatro mundos conviviendo en un solo planeta, pero no hay una real voluntad política por cambiar.

El primero de estos grupos está conformado por la inmensa minoría satisfecha en todo sentido - porque además tienen todas sus demandas post-materiales cubiertas - eso significa acceso a la cultura, educación de calidad y alta expectativa de vida. Está un segundo grupo que, teniendo acceso a servicios y altos grados de conexión a la globalización, hoy exigen como derecho recibir la misma educación y poder competir con las elites actuales. Luego, están quienes siguen luchando por lo básico. Son los pobres del mundo occidental que, si bien tienen para comer, carecen de acceso a la globalización. Pero hay un cuarto grupo, que conforma la mitad del mundo y que nunca ha realizado una llamada por teléfono, que vive en la marginación y en cuyo seno se replican las estructuras propias del feudalismo. En este segmento debemos incluir los que mueren en la hambruna africana. Impedidos de interactuar, viven en función de la voluntad de un explotador o en campos de refugiados esperando la ayuda internacional.

Como podemos apreciar, las protestas de los indignados están en el segundo segmento, más cercano a las elites. En muchos países la elite es este mismo grupo. ¿Es por esto exagerado lo que hacen y piden? Para nada. La esperanza del mundo pasa porque este segmento de la población mundial, que constituye la clase media, siga presionando para que efectivamente se produzca una mejor redistribución de la riqueza. Sin embargo, esto no es sólo un problema de atacar la concentración del dinero. También es clave luchar en contra de la concentración del conocimiento, en especial de sus herramientas. Después del dinero lo peor democratizado en el planeta es la tecnología. Es decir, es clave la lucha por aumentar el acceso a la riqueza y el conocimiento. El movimiento es indispensable y necesario, pero sigue siendo acotado a una minoría. Además no se percibe que muchos de sus dirigentes tengan una vocación de agregar preferencias de las grandes masas, porque muchos de sus discursos son sólo contestatarios, inflexibles, poco dados al diálogo social. Muchos de los indignados son radicales en su rechazo a la democracia, pero poco y nada dicen acerca de qué sistema debería ser el reemplazo natural. Es en este punto donde la capacidad de articular mayorías globales reales falla.

Mientras en Manhattan o las calles de Londres se protesta para un mundo que supere la democracia representativa, en Túnez la elección de una asamblea constituyente se celebra como una fiesta. Es decir, también hay un tránsito entre el cuarto y tercer mundo. Muchos pujan por llegar al segundo estadio, el mismo desde donde quieren salir, y con razón, todos los indignados del mundo occidental.

Es definitiva, los dirigentes del movimiento y la clase política deben demostrar mayor inteligencia para saber negociar, para presionar a los intereses del actual status quo. Si no existe esa capacidad articuladora, el movimiento de los indignados no pasará de ser una anécdota histórica de principios de la segunda década del siglo XX.

Texto: Jaime Baeza.



1 comentario:

  1. La verdad no apoyo estas cosas de movimientos protestando, ellos hacen eso por desconocimiento. Lo que la humanidad necesita es conocer las leyes Universales y anclar ese conocimiento en el Planeta, el Universo responde a tu mente cada cual esta creando su propia realidad todo el tiempo, los pensamientos crean tu mundo, si eres pobre/rico, saludable/enfermo son tus pensamientos los que te han llevado a ese estado.

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